Adaptación: NILTON ROGER MAS ROJAS
Colaboración de: PALERMO BAZAN PUERTA (PERÚ, Chachapoyas)
Dos amigos viajaban por el desierto de Arabia, y en un determinado lugar empezaron a discutir tanto, que uno de ellos lastimó al otro.
Éste, al sentirse ofendido, no dijo nada. Mas bien, escribió en la arena:
- Hoy mi mejor amigo me pegó una bofetada en el rostro.
Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde decidieron bañarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por su amigo. Al recuperarse, sacó un cuchillo, y con él escribió sobre una piedra:
- Hoy, mi mejor amigo, me salvó la vida.
Intrigado, el amigo le preguntó:
- ¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena; y ahora escribes sobre una piedra?
Sonriendo, el otro amigo respondió:
- Cuando un gran amigo nos ofende debemos escribir en la arena, donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; pero si nos pasa algo grandioso, debemos grabarlo en una piedra, que es la memoria del corazón, donde ni siquiera los vientos más fuertes lo podrán borrar.
Hermano (a):
Jesucristo dijo: "Si no os perdonáis entre hombres, tampoco mi Padre os perdonará". No me diga por favor, que aún no ha aprendido a perdonar las ofensas, pues por muchas que hayan sido, siempre se compensan con los rasgos de bondad de la gente que te lastima. Sólo es cuestión de cambiar de perspectiva.
¿Qué es lo que usted, aún guarda en su corazón? Si alguien le ofendió, ya olvídelo. Escríbalo sobre la arena y deje que el viento los arrastre hacia el olvido, pero las cosas buenas que haya recibido de los demás, empiece a grabarlos en la memoria de su corazón.
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