Autor: NILTON ROGER MAS ROJAS
- ¡Yo, desde mis majestuosas cumbres, tengo el mundo a mis pies! Contemplo los más bellos amaneceres y crepúsculos. La luz de la luna acaricia mi cuerpo y me siento parte de las estrellas porque casi puedo tocarlas. Es tan grande mi presencia que casi puedo sentir que toco a Dios. ¿Y tú, despreciable abismo, qué miserable rol cumples allá abajo?
El abismo contestó:
- Yo te sostengo.
Hermanos(as):
Muchas veces nosotros también actuamos como la montaña. Nos volvemos soberbios por los logros y éxitos alcanzados, y nos olvidamos que el éxito se logra gracias al sostén, apoyo y trabajo de aquellos que están en la base.
Nunca trate mal a sus trabajadores, ni sus amigos, mucho menos a sus familiares. Usted se mantiene allí donde está, gracias al esfuerzo de cada uno de ellos.
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