Adaptación: NILTON ROGER MAS ROJAS
Reflexión original en vídeo enviada por: Doris Bazán (CHACHAPOYAS, Perú)
Le pedí a Dios que me quitara el orgullo, y Dios dijo NO. Me enseñó que no era algo que Él tuviera que quitarme, sino algo que yo tenía que entregarle.
Le pedí a Dios que me concediera paciencia, y Dios dijo NO. Me enseñó que la paciencia era fruto de la adversidad, y por lo tanto, no se concede… se conquista.
Le pedí a Dios que me diera felicidad y Dios dijo NO. Me enseñó que Él da bendiciones y la felicidad depende de uno mismo.
Le pedí a Dios que me evitara el dolor, y Dios dijo NO. Me enseñó que el dolor y el sufrimiento me apartan de las preocupaciones mundanas y que me acercan más a Él.
Le pedí a Dios que hiciera crecer mi Espíritu, y Dios dijo NO. Me enseñó que el crecimiento es personal, pero que Él me podaría de vez en cuando.
Le pregunté a Dios si me amaba, y Dios dijo que SÍ. Me enseñó que basta con contemplar la creación, y al agradecer por ello, encontraré su amor.
Le pedí a Dios que me ayudara a amar a otros como Él me ama… Y Dios dijo: “Por fin, estás empezando a entender”.
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