Autor: NILTON ROGER MAS ROJAS
Relato tomado de del libro: “40 nuevas parábolas” de V. Codina
Ahora bien, uno de sus hijos era rico, pero no tenía hijos; el otro era pobre y tenía siete hijos.
Aquella noche el hijo rico no podía conciliar el sueño pensando: "Mi padre se ha equivocado, pues a pesar que soy rico me ha dejado la mitad de su herencia, mientras que mi hermano es pobre y no tiene suficiente terreno para sus siete hijos". Se levantó y antes de que saliese el sol se puso en camino para cambiar los linderos de la herencia, de modo que a su hermano le quedase la mayor parte.
En el otro lado del pueblo, el hijo pobre, tampoco podía conciliar el sueño pensando: “Mi padre se ha equivocado. No se ha dado cuenta lo feliz que soy con mis siete hijos, en cambio mi hermano, siempre está sólo; y, a pesar de ello, me ha dado la mitad de su herencia”. Y antes de la aurora, salió al campo a cambiar los linderos para que a su hermano le quedase la mayor parte del terreno.
Al amanecer, los dos hermanos se encontraron con la misma cantidad de terreno para ambos.
Hermano(a):
Generalmente, las herencias suelen ser ocasión de división entre hermanos. Uno esperaría que, en este cuento, cada hermano fuera a cambiar los límites de la finca a favor suyo, tratando de engañar al otro y aprovechándose de la ocasión. Pero no fue así.
San Pablo nos exhorta, a través de su carta a los romanos, que debemos buscar siempre en el bien de los otros y a ser generosos con desinterés. Nos invoca a vivir en armonía unos con otros, haciendo todo lo posible para vivir en paz.
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