Autor: DESCONOCIDO
Adaptación: NILTON ROGER MAS ROJAS
- Dicen que me mañana me vas a enviar a la tierra, pero ¿cómo viviré tan pequeño e indefenso como soy?
Dios le contestó:
- No te preocupes hijo. Entre todos los ángeles escogí a uno para ti y te está esperando...ese ángel te cuidará.
- Pero dime, insistió el niño, aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreír, y eso me basta para ser feliz. ¿Para qué debo ir a la tierra?
Dios le contestó:
- El ángel que he elegido para tí, te cantará, te sonreirá todos los días y, a través de él, tú sentirás mi amor y serás feliz.
Pero el niño insistía:
- ¿Cómo voy a entender cuando la gente me hable si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?
Dios le aclaró:
- Tu ángel, hijo, él te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar; y con mucho amor y paciencia te enseñará a hablar.
- ¿Y, qué haré cuando tenga que hablar contigo?, le preguntó el niño
- Tu ángel te juntará las manitos y te enseñará a orar, le dijo Dios.
Continuó el niño:
- He oído que en la tierra hay hombres malos ¿Quién me defenderá?
Dios le dijo:
- Tu ángel te defenderá, hijo, incluso, a costa de su propia vida.
El niño aún no se convencía:
- Pero estaré triste, papá Dios, porque no te veré ya nunca más.
Y Dios le dijo:
- Tu ángel, hijo, tu ángel. Ése ángel te hablará siempre de mí y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque yo estaré siempre a tu lado.
Y así seguían conversando el niño por nacer y nuestro padre Dios. De pronto fueron interrumpidos por algunas voces humanas que decían:
- Ya es hora, el niño está por nacer. Tenemos que ayudar a la madre.
En ese instante una gran paz reinaba en el cielo, y el niño presuroso preguntaba insistentemente:
- Papito Dios, ya me voy, por favor, dime su nombre ¿cómo se llama mi ángel?
Dios contestó:
- Su nombre no importa, hijo, tu solo le dirás: "mamá"
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