lunes, 29 de mayo de 2017

LOS CUBIERTOS DE MADERA

Autor: DESCONOCIDO
Compartido por: MARLY JHOVANA SANCHEZ DELGADO

Un anciano se fue a vivir con su hijo, su nuera y su nieto de cuatro años. Ya las manos le temblaban, su vista se nublaba y sus pasos flaqueaban.

La familia completa comían juntos en la mesa, pero las manos temblorosas y la vista enferma del anciano hacían de su proceso de alimentarse un asunto difícil.

Los guisantes caían de su cuchara al suelo y cuando intentaba tomar el vaso, derramaba la leche sobre el mantel. El hijo y su esposa se cansaron de la situación.

- Tenemos que hacer algo con el abuelo, dijo el hijo. Ya he tenido suficiente. Derrama la leche, hace ruido al comer y tira la comida al suelo.

Así fue como el matrimonio decidió poner una pequeña mesa en una esquina del comedor.

Ahí el abuelo comía solo, mientras el resto de la familia disfrutaba en la mesa acostumbrada. Como el abuelo había roto uno o dos platos, habían mandado hacer un plato y una cuchara de madera para él.

De vez en cuando miraban hacia donde estaba el abuelo y podían ver una lágrima en sus ojos mientras estaba ahí sentado solo. Sin embargo, las únicas palabras que la pareja le dirigía, eran fríos llamados de atención, cada vez que dejaba caer el tenedor o la comida.

El niño de cuatro años observaba todo en silencio.

Una tarde antes de la cena, el papá observó que su hijo estaba haciendo algo con trozos de madera en el suelo. Le preguntó dulcemente:

- ¿Que estás haciendo?

Con la misma dulzura el niño le contestó:

- Estoy confeccionando un plato y una cuchara de madera para ti y otro para mamá, para que cuando sean viejo, ustedes también coman allí.

Hermanos(as):

La Biblia dice: "Honra a tu padre y a tu madre". No los abandones. Lo que hoy siembras, mañana cosecharás. Las palabras del pequeño golpearon a sus padres de tal forma que quedaron sin habla.

Las lágrimas rodaban por sus mejillas. Y, aunque ninguna palabra se dijo al respecto, ambos sabían lo que tenían que hacer.

Esa tarde el esposo tomó gentilmente la mano del abuelo y lo guió de vuelta a la mesa de la familia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario