Reflexión enviada por:
MARLY JHOVANA SANCHEZ DELGADO (CHICLAYO, Perú)
Adaptación: NILTON ROGER MAS ROJAS
Adaptación: NILTON ROGER MAS ROJAS
Fácil es juzgar los errores de otros, lo difícil es reconocer nuestros propios errores.
Fácil es hablar sin pensar, lo difícil es frenar la lengua.
Fácil es herir a quien nos ama, lo difícil es curar esa herida.
Fácil es perdonar a otros, lo difícil es pedir perdón.
Fácil es dictar reglas, lo difícil es seguirlas.
Fácil es soñar todas las noches, lo difícil es luchar por un sueño.
Fácil es exhibir la victoria, lo difícil es asumir la derrota con dignidad.
Fácil es admirar una luna llena, lo difícil es ver su otra cara.
Fácil es tropezar en una piedra, lo difícil es levantarte.
Fácil es disfrutar la vida todos los días, lo difícil es darle el verdadero valor.
Fácil es orar todas las noches, lo difícil es encontrar a Dios en las cosas pequeñas.
Fácil es prometerle algo a alguien, lo difícil es cumplirle esa promesa...
Fácil es decir que amamos, lo difícil es demostrarlo todos los días.
Fácil es criticar a los demás, lo difícil es mejorar uno mismo.
Fácil es cometer errores, lo difícil es aprender de ellos.
Fácil es llorar por el amor perdido, lo difícil es cuidarlo para no perderlo.
Fácil es pensar en mejorar, lo difícil es dejar de pensarlo y realmente hacerlo.
Fácil es pensar mal de otros, lo difícil es darles el beneficio de la duda.
Fácil es recibir, lo difícil es dar.
Recuerda siempre que lo fácil aburre, lo difícil atrae, lo complicado seduce y lo imposible enamora.
Y si todo esto es así, ¿por qué no le pides a Dios que te ayude a trascender de lo fácil a lo difícil? Y es más ¿Por qué no le pides ayuda para trascender de lo complicado a los imposible?
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