Autor: NILTON ROGER MAS ROJAS
Había una vez una mujer que tenía como mascota una culebra a quien quería mucho. Cuando la culebra creció siete metros de largo, de pronto dejó de comer y, su dueña, después de varias semanas de querer alimentarla sin resultado, la llevó al veterinario. La mujer le explicó la situación y este la dijo:
- Ya veo. Déjeme preguntarle algo: ¿La culebra duerme contigo o ha estado muy pegada a ti estirándose cada vez que estas acostada?
Ella le contestó:
- Si, todos los días y me pone triste no poder ayudarla a sentirse mejor”.
El veterinario le dice:
-Señora su culebra, no está enferma, se está preparando para comerla, si se te pega todos los días es para saber qué tan larga debe estar y si no ha comido es para tener suficiente lugar para poder digerirla.
¡Cuidado! No todas las personas cercanas a usted son de confianza. Fíjese bien quienes le rodean, dése cuenta que no todos le aprecian y no todos la quieren ayudar. Dentro de ellos puede haber una serpiente buscando el momento oportuno para devorarla.
Muy buena enseñanza.
ResponderEliminarMe alegra que sea así.
ResponderEliminarMe alegra que sea así.
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