Adaptación: NILTON ROGER MAS ROJAS
Colaboración: PABLO INGA CRUZ (PERÚ, Amazonas)
Un hombre rico miró a través de su ventana y vio a un hombre pobre recogiendo algo de su cubo de basura... Y dijo: "Gracias a Dios que no soy pobre".
El hombre pobre miró a su alrededor y vio a un hombre desnudo que se portaba mal en la calle... Y dijo: "Gracias a Dios que no estoy loco".
El loco miró hacia delante y vio una ambulancia llevando a un paciente... Y dijo: "Gracias a Dios no estoy enfermo".
Entonces una persona enferma en el hospital vio un carro que llevaba un cadáver a la morgue... Y dijo: "Gracias a Dios que no estoy muerto".
Hermano (a):
Sólo una persona muerta no puede agradecer a Dios. ¿Por qué no lo agradeces hoy por todas las bendiciones que recibes y por el regalo de la vida? ¿usted sabe lo que es la vida, verdad?
Para entenderlo tendría que haber estado en uno de estos tres lugares: el hospital, la prisión o el cementerio.
En el hospital, comprendería que no hay nada más hermoso que gozar de una buena salud.
En la prisión, aprendería que no hay nada más preciado que la libertad.
En el cementerio, se daría cuenta de que la vida no vale nada. Sin nada venimos al mundo, y sin nada nos iremos. Por lo tanto, permanezcamos humildes y agradecidos de Dios en todo momento.
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