Autor: NILTON ROGER MAS ROJAS
8:55 de la noche. En un hospital, suenan las sirenas de una ambulancia, y llega a la sala de emergencias un niño accidentado.
La enfermera busca al primer médico disponible pero éste le responde:
- Faltan cinco minutos, aún no es mi turno, busca a otro.
La enfermera, desesperada, busca médicos de turno pero todos están ocupados, y vuelve donde el primer médico y le explica que el niño está en graves condiciones y necesita atención inmediata.
- No insistas, aún no es mi turno, mis compañeros de turno deben atenderle.
Al rato, el médico se sintió un poco mal por su actitud y busca al niño.
- ¡Enfermera!, ¿dónde está el niño?
La enfermera le responde que es demasiado tarde, pues, acababa de morir.
El médico, asoma para verlo, y no podía creerlo, el niño era su propio hijo.
Hermano(a):
Dios te ha dado talentos para que los pongas al servicio de los demás. Él no tiene horarios ni turnos de atención. Mira a tu alrededor y escucha la voz de tu conciencia: es posible que hoy hayas negado a alguien un servicio, un saludo, una sonrisa o un simple apretón de manos.
Yo he aprendido que la vida de muchas personas depende de una sola decisión. Quizá en este mismo instante alguien necesita de ti. Y puede que sea, tu propia familia.
No seas egoísta con nadie ni mucho menos contigo. Dáte la oportunidad de realizarte como persona, pues sintiéndote feliz a través del servicio, lograrás lo que los místicos llaman la paz interior.
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