domingo, 12 de febrero de 2017

EL CANOERO

Autor: NILTON ROGER MAS ROJAS
Basado en la reflexión enviada por Ylsida Godoy (VENEZUELA)
Mi eterna gratitud

En algún lugar de este mundo había un hombre que, con ayuda de una canoa, transportaba a las personas de una orilla a otra de un río caudaloso. Le llamaban "El canoero".

En uno de los viajes, le correspondió transportar a un abogado y a una profesora, juntos.

Al comenzar el viaje, el abogado preguntó al canoero:

¿Conoce usted las leyes?
 ¡No! — le respondió

Con aires de soberbia y superioridad, el abogado le dijo:

Es una pena, amigo. Eso quiere decir que usted ha perdido la mitad de su vida.

La profesora pensó "quizá es analfabeto". Así que irrumpió en el diálogo y también le preguntó.

 Disculpe señor, ¿y usted sabe leer y escribir?
 Tampoco  le respondió.

Con sonrisa sarcástica le dijo:

— Que pena, amigo. Eso quiere decir que usted ha perdido la mitad de su vida.

En eso llega una ola bastante fuerte y la canoa empieza a sucumbir. El canoero aquel, preocupado, les pregunta:

— Ustedes, ¿saben nadar? 
— Nooo! —  gritaron desesperadamente.
 Qué pena señores, concluyó el canoero ustedes están a punto de perder toda su vida.

Y luego, a fuerza de sus brazos y sus habilidades en el agua, el hombre de nuestra historia les salvó la vida a ambos.

Hermanos(as):

Nadie sabe más ni menos. Sólo se tratan de saberes diferentes. Los saberes que poseemos hay que ponerlos al servicio de los demás. Así que, la próxima vez, valore a todas las personas con quienes se contacte. Cada una de ellas tiene algo diferente para enseñar. Nadie lo sabe todo. Todos tenemos algo nuevo para aprender.

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