Autor: NILTON ROGER MAS ROJAS
Sin darnos cuenta, llegarán las séis de la tarde...
sin darnos cuenta, ya es viernes...
sin darnos cuenta, se terminó el mes...
sin darnos cuenta, ya se terminó el año...
sin darnos cuenta, ¡ya pasaron 50 ó 60 años de edad!...
sin darnos cuenta, ya ni sabemos por dónde andan nuestros amigos y familiares...
Sin darnos cuenta, perdimos al amor de nuestra vida y ahora es tarde ya para volver atrás...
Sin darse cuenta, usted ya cayó enfermo y ahora está postrado en cama...
¿Qué haría usted si a estas alturas de su vida se le concediera una nueva oportunidad?
Probablemente ya no estaría tan pendiente del reloj, seguiría siempre de frente, gozando con lo que tiene y jugando en su caminar, abrazaría a sus amigos y familiares para preguntarles por dónde andan y cómo están, o les diría lo extremadamente importantes que son para usted, abrazaría fuertemente a sus padres, a sus hijos o al amor de su vida y le diría “Los amo tanto que ni se imaginan”.
Pero ya es tarde, ¿verdad? No, no lo es. Mientras usted tenga vida, no es tarde aún. Algunos pensaron lo mismo y no supieron aprovechar el presente. No importa cuántos años tenga. No deje de hacer algo que le gusta por falta de tiempo. Abrace a sus padres, haga una llamada a aquel con quien perdió comunicación, abrace a sus hijos, juegue con ellos, porque pronto ya no serán suyos. Valore al que está a su lado, porque más tarde sólo quedarán en su recuerdo, y el tiempo perdido, lamentablemente, no vuelve jamás. Elimine de su vocabulario la palabra “después”. ¿Por qué tenemos la manía de dejarlo todo para “después”?
“Después" te llamo.
“Después" lo hago.
“Después" lo digo.
“Después" yo cambio.
Dejamos todo para "después", como si el "después" fuese lo mejor.
No entendemos que...
“Después” el café se enfría,
“Después” la prioridad cambia,
“Después" el encanto se pierde,
“Después* lo temprano se convierte en tarde,
“Después" la añoranza pasa,
“Después" las cosas cambian,
“Después" los hijos crecen,
“Después" la gente envejece,
“Después" el día es noche,
“Después" la vida se acaba.
No deje nada para "después", porque en esa espera, podemos perder los mejores momentos, las mejores experiencias, los mejores amigos, los mayores amores, y todas las bendiciones que Dios nos tiene.
Acuérdese que el "después" puede ser muy tarde. ¡El día es hoy!
¡Ni usted ni yo estamos en edad de posponer nada!
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