30 años
de mi vida la pasé estudiando para ser un gran profesional. 10 años más para
tener una buena casa, un carro último modelo y vestir ropa buena.
Hoy, casi
a mis 70 años, me puse a los pies de Jesús para agradecerle por tantas Gracias
recibidas. Pero Él me dijo:
- Aún no has conseguido nada, José. No has sabido vivir hasta ahora ni disfrutaste lo que conseguiste. Pues nada de eso le interesa a mi Padre Dios.
Y ante mi
desconcierto, Jesús agregó:
- Él no te preguntará qué modelo de auto usabas…sino a cuántas personas llevaste.
- Mi padre no te preguntará cuántos metros cuadrados tiene tu casa, sino a cuántos brindaste alojamiento en ella.
- Él no te preguntará la marca de la ropa que usas…sino, a cuántos ayudaste a vestirse.
- Mi padre no te preguntará cuánto era tu sueldo. A Él le interesa saber si vendiste tu conciencia para obtenerlo.
- Él no te preguntará cuál era tu título. Te preguntará si lo obtuviste poniendo lo mejor de tus capacidades.
- Mi Padre no te preguntará cuántos amigos tienes… sino cuántos te consideran su amigo.
- A Él no le importa en qué lugar vivías, sino la manera de cómo tratas a tus vecinos.
- Mi Padre no te preguntará el color de tu piel, más bien querrá saber qué tanto te importaba o no el color de la piel de los demás.
- Él no te preguntará por qué tardaste tanto en buscarle…mas bien dirá lo feliz que está de que lo hayas hecho.
- A mi Padre no le interesa cuánto de la Biblia conozcas… le interesa más bien, cuánto de lo qué aprendes lo estás poniendo en práctica.
Y Jesús finalizó,
diciendo:
- Así que, mi pequeño hermano José, tienes aún 10 años más de vida. Despierta y ¡empieza a vivir!
Autor: José Eduard Irigoin Diaz
Arreglos: Nilton Roger Mas Rojas
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