Autor: NILTON ROGER MAS ROJAS
Los indios cherokees viven en la parte sureste de los EE.UU. y trabajan arduamente para mantener sus costumbres y ritos ancestrales. Ellos tiene un ritual bastante peculiar para cuando los niños pasan a ser hombres. Y es que cuando el niño empieza su adolescencia, su padre lo lleva al bosque, le venda los ojos y lo abandona allí. El niño tiene la obligación de sentarse en un tronco por toda la noche, sin quitarse la venda de los ojos hasta cuando amanezca.
Sí, tal y como usted se imagina, el niño pasa toda la noche completamente aterrorizado: puede oír al viento soplar, a la hierba crujir y también puede sentir los animales que pululan a su alrededor.
Sin embargo, el niño permanece sentado estoicamente en el tronco sin quitarse la venda, ya que es la única manera en que puede llegar a ser hombre. Y él lo sabe.
Después de esa horrible noche, cuando sale el sol, el niño se quita la venda y es allí cuando cuando descubre que su padre jamás lo había abandonado. Él, su padre, estuvo sentado a su lado durante toda la noche, protegiéndolo de todo peligro sin que el adolescente se diera cuenta.
Hermanos(as):
Lo mismo pasa con nosotros. Aún cuando no podamos verlo, nuestro padre celestial siempre está a nuestro lado velando por nosotros. Lo único que tenemos que hacer es confiar en El.
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