jueves, 5 de enero de 2017

EL ESPEJO DE MI HABITACIÓN

Fuente: DIÁLOGO ENTRE LA MUJER Y EL ESPEJO
Adaptación: NILTON ROGER MAS ROJAS
Agradecimiento especial a:
Sra. Doris Quijano de Colombia por compartir el original de esta reflexión.



Temprano por la mañana me dirigí hacia el espejo, y le pregunté:
_ ¿Cómo me ves hoy?
_ Depende.
_ ¿Depende de que?
_ Pues, de lo que quieres que yo vea, me dijo.
_ No te entiendo.
_ ¡Ese es el problema! -me dijo-. No quieres entender lo que realmente ves. ¿Quieres que te diga lo que yo veo o lo que tu vez?
Algo desconcertado, le pregunté:
_ ¿Y puedes describirme ambas cosas?
_ Porsupuesto que si, me contestó.
_ Ok, -le dije-, primero dime qué es lo que veo yo.
Entonces el espejo me dijo:
_ Tu ves cada mañana a un ser humano que debe pasar largas horas frente al espejo buscando una aprobación. Que se viste y arregla para satisfacer a los demás, que visualiza cada arruga como una amenaza para estar fuera de mercado y una cana como un atentado a la juventud eterna. Tu vez una persona que lucha contra cada gramo de su cuerpo como si ellos fueran su peor enemigo, alguien que ve defectos donde no existen y que no es capaz de ver su propia perfección. ¡Eso es lo que ves tu cada mañana!
Realmente no supe que contestar. Quizá porque era verdad todo lo que mi espejo había dicho. Guardé silencio por un buen rato y luego insistí:
_ ¿Y qué es lo que ves tú?
Sin demora alguna, el espejo me contesto:
_ Cada vez que te pones frente a mí, yo veo un ser humano maravilloso con el brillo de la madurez en sus ojos y un encanto en su caminar. Veo una persona con mucha seguridad en sus palabras. Esa seguridad que todos anhelan y que tú no valoras.
Yo veo una persona luchadora que ha sido capaz de sacar adelnte a toda una familia. Veo un corazón lleno de bondad en cada gesto, un ser humano persistente e incansable que lucha hasta lograr sus objetivos.
En fín, -continuó el espejo-, veo en ti a un ser humano super genial, pero que no es capaz de reconocerse como único e irrepetible. Veo un ser humano que considera como una desventaja el paso de los años y que no ha entendido que la juventud no es una ecuación matemática entre los kilos y la edad, y que por lo tanto, no existe ni la edad perfecta ni el peso perfecto para mantenerse joven.
Veo en tí, un ser humano muy valioso pero que necesita a un viejo espejo inerte y colgado en una pared como yo, para que refleje la imagen que todos ven, menos tú mismo.
La respuesta del espejo fue contundente. Volví al desván de mi habitación y allí comencé a meditar su respuesta. Desde entonces aprendí a ver mi vida y mi imagen con los ojos del corazón y empecé a agradecer a Dios por los años que aún me concede.

Hermano, hermana:
Usted también tiene un espejo en la vida. Es el espejo de la sociedad, sus amigos, sus familiares y sus colegas de trabajo. En fin su espejo son todos aquellos quienes le rodean. Y usted también se levanta cada mañana y le pregunta a esos espejos cómo se ve. ¿Sabe algo? Ya deje de buscar la aprobación de los demás. Nunca podrá contentar a todos. Sea usted mismo. Valórese y descubra lo maravilloso que es. Nunca espere respuestas de ningún espejo de la pared, más bien véase en el espejo de su interior y preocúpese por reflejar su verdadera identidad.

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