Autor: NILTON ROGER MAS ROJAS
Le pedí a Dios que me quitara el dolor. Y Dios dijo, no: "No es cosa que yo te la quite, sino que tú lo tienes que dejar".
Le pedí a Dios que hiciera que mi niño paralítico fuera completamente sano. Y Dios dijo, no: "¿Por qué te preocupas de su cuerpo temporal si su espíritu está completo, y es eterno?"
Le pedí a Dios que me concediera paciencia. Y Dios dijo, no: "La paciencia viene como resultado de las tribulaciones, no se concede, se gana".
Le pedí a Dios que me diera felicidad. Y Dios dijo, no: "Yo te doy bendiciones. Tú decides si quieres ser feliz".
Le pedí a Dios que me librara del sufrimiento. Y Dios dijo, no: "Los sufrimientos te alejan de los afanes del mundo y te acercan a mí".
Le pedí a Dios que hiciera crecer mi espíritu. Y Dios dijo, no: "Debes crecer por ti mismo, y yo te podaré para que puedas dar fruto".
Le pedí a Dios por todas las cosas que podría disfrutar en la vida. Y Dios dijo, no: "Qué más quieres, si te he dado la vida para que disfrutes de todas las cosas".
Le pedí a Dios que me ayudara a amar a otros con el amor con que Él me ama a mí. Y Dios me dijo... "Ahhh!, finalmente estás empezando a entender".
¿Cual es la reflexión?
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