Autor: NILTON ROGER MAS ROJAS
¿Te has fijado en un detalle de las profesiones que existen?
Si un contador se equivoca, se resuelve ajustando las cuentas.
Si un abogado se equivoca, el expediente finalmente se archiva.
Si un dentista se equivoca, se soluciona extrayendo el diente careado.
Si un ingeniero o arquitecto se equivoca, a lo más tendremos un edificio derrumbado.
Si un médico se equivoca, no nos queda otra que enterrar al difunto.
Pero si un profesor se equivoca... ese error se propaga generación tras generación. Fluye de padres a hijos y de hijos a nietos, salvo el caso que él mismo u otro profesor lo corrija a tiempo. ¡Vaya tremenda responsabilidad la de un profesor!
Valora a tu profesor y muéstrale tus respetos. Si en algo se equivocó, sé tu aquel quién enmienda los errores.
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