Por: NILTON ROGER MAS ROJAS
Por increíble que parezca, el único pájaro que se atreve a picotear a un águila es el cuervo. Se sienta sobre su espalda y picotea su cuello. Y cuando esto ocurre, el águila no responde ni lucha con el cuervo, no gasta tiempo ni energía en él, simplemente abre sus alas y comienza a elevarse más alto en los cielos. Cuanto más alto es el vuelo, más difícil es para el cuervo respirar. Y claro, en pocos minutos el cuervo se cae por falta de oxígeno.
Hermano(a):
No pierdas el tiempo con los cuervos, no gastes energía tratando de librarte de sus "picoteadas". Sigue emprendiendo tu vuelo, elévate cuanto más, condúcelos a tus alturas, a tus 'triunfos', a tus 'éxitos', y ahí, ellos se desvanecerán.